domingo, 18 de diciembre de 2011

RESEÑA CRÍTICA DE "ESCALADA Y OTROS POEMAS" EN MANIFIESTO AZUL Nº11

“Reseña de Escalada y otros poemas, de Vicente Cervera Salinas, editorial Verbum, 2010” en Manifiesto Azul, Fanzine de literatura e inquietudes varias, número 11, otoño de 2011, D.L.:3094-2008, páginas sin numerar.


1) Si quieres descargar el Manifiesto íntegro solamente tienes que pulsar sobre la ilustración.
2) Para leer mi artículo exculusivamente lo encontraréis debajo del ya citada dibujo, aquí, en esta misma entrada.
3)  Sin embargo, si lo que queréis es leer directamente el MA, sin descargarlo, desde el blog de Colectivo iletrados, pincha aquí.
Feliz navidad a todos.





 r  e c o m e n d  az i   o n e s
da” es un poema especial por el capítulo de convergenciaspersonales, literarias, filosóficas y las ya citadas musicalesque se ejecutan en la confección del mismo. Por un lado,además de formar parte del aparato constructivo del título yde la filosofía del poemario, “Escalada” es un autorretrato enclave lírica y con ecos de un Manuel Machado, quien tantoahondó en el tema. Desde un punto presente, o presenti-do, el hacedor, en diálogo con una concepción dinámica dela vida y en perenne lucha con el tiempo, descifra y cifra,desgrana y muestra los fundamentos de un modus vivendique, necesariamente, conforma una poética vital que, a suvez, mediante su ejecución es el instrumental para abordarla realidad y asediarla posteriormente con el lenguaje que,nuevamente, en el proceso destructor, se convierte en crea-dor. Los dones (la humildad, la prudencia, la comunión desentimientos, el interés por el conocimiento…) en conjuncióncon la memoria, que nunca fue un sepulcro, sino que, por elcontrario, se trata de otra vía alternativa de conocimientoy comportamiento, conforman un ideario poético y sintéticomuy personal y reflexivo de todo lo vivido. Por ello insistetanto en la revisión del conocimiento aprendido con ante-rioridad desde este punto presente: “A menudo medito sobreel centro/ y sus innumerables periferias, / recibidas o nue-vamente formuladas.” La escalada, como se puede ver en lafotografía del autor, en definitiva el acceso al conocimiento,siempre es vertical y de ahí se derivan su grandeza y su di-ficultad. Supone una superación de la dicotomía de Huidobro(Zenit/Nadir) de la cita, al vislumbrar el verdor y la esperan-za sobre o tras el fondo nihilista.
La primera parte de la tríada, EL DESTRUCTOR, tratael tema de la destrucción como vía necesaria del conoci-miento, porque analizar, diseccionar, estratificar... son for-mas de conocer, o de saber lo que queda por conocer. Es algoque está íntimamente emparentado con la Deconstrucción.Los poemas que forman parte de este conjunto tienen unhilo conductor que les otorga el don de comunidad. En todos

   r   e   c   o   m   e   n   d   a   z   i   o   n   e   s
ellos se vislumbra algo que el poeta ha vivido y que, de algu-na manera, le han causado dolor, por ejemplo: en “La fuga”,el tratar de olvidar se convierte en una manera de avivar elrecuerdo del que se huye; asimismo, en “La tijera” habla dela naturaleza destructora de este instrumento, porque divi-de, y la división implica dolor o la necesidad de construirun camino hacia la unión con sus dificultades y exigencias(alma / cuerpo). Concluye esta parte con “Emaús”, que bienpodría ser un reflejo de nuestra deshumanizada sociedad,amparada en el desconocimiento de querer conocer
. 
En cambio, en la segunda parte de la tríada, ADVIEN-TOS, el poeta, un ser situado entre el Zenit y el Nadir deVicente Huidobro, y entendiendo el lenguaje como un mo-delo de creación de lo que el pensamiento y la imaginaciónfraguaron, anticipándose a la propia realidad, va repasandodiversos puntos de la escalada. Hay una necesidad de gra-

 r  e c o m e n d  az i   o n e s
vitar el presente para crear el futuro. Asimismo, existe, eneste segunda parte, una clara comunión entre las calas delrecuerdo y su reaprovechamiento para plantear una mane-ra de entender y concebir la circunstancia del poeta y porextensión del hecho poemático. Así se puede ver en poemascomo “Clarividencia”, “Oros”, “Altozano”… Todos estos poe-mas siguen un vínculo o máxima que los cohesiona: vamos acrear lo pensado en cualquiera de sus manifestaciones. Antes de finalizar, nos encontramos con la cúspidede la tríada, AZUL HERALDO. Se trata de una serie de poe-mas, cuyo hilván onomástico hace anamnesis y exegesis dela poética modernista y del viaje a los orígenes, pero conju-gadas y confundidas sus esencias para ser nuevamente otroelixir poético distinto, es decir, saborear y recordar los aro-mas y fragancias de antaño bajo otro nuevo sentir. Se tratade una conjunción de poemas que, a modo de constelación,van dejando las teselas que forman una clara línea poética,la gran estela o mosaico de lo que supone crear poesía ycomulgar con el lector en un punto de intersección. Los te-mas que afloran en este apartado van desde la descripción ycosmovisión de lo que es ser un ser poético (“Eón”), pasandopor la fusión de inspiración y creación (“El alce”, “Amorosaintersección”, “Galán de noche”, “Cuerpo verbal”…), hasta laproblemática del encuentro entre lector y poeta en una nue-va realidad, el mundo poético y sus condiciones, por ejemploen el poema “Azul Heraldo”. ÁNFORA, la coronación y parte conclusiva, da cuentade las siempre difíciles singladuras y vicisitudes por las queel poeta ha tenido que pasar hasta encontrar el arte de ha-cer poesía, de comprender para auto-comprenderse mejor,del intento conseguido –nuevamente- por ser “uno y dis-tinto”, de ser todos y así alcanzar y alzar su propia voz alviento del no olvido.
MIGUEL ÁNGEL RUBIO SÁNCHEZ