jueves, 2 de agosto de 2012

ANÁLISIS DE LA “DISPOSITIO” A TRAVÉS DE LOS MOTIVOS DE LA “INVENTIO” EN EL POEMA DON DE LA EBRIEDAD, DE CLAUDIO RODRÍGUEZ

RUBIO SÁNCHEZ, Miguel Ángel: "Análisis de la `dispositio´ a través de los motivos de la `inventio´ en el poema `Don de la ebriedad´, de Claudio Rodríguez, en Tonos Digital (Revista de Estudios Filológicos de la Universidad de Murcia), número XXIII, julio 2012.

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Al profesor don Ángel Munera Martínez, además de por todo el interés que siempre ha demostrado por mi trabajo, por los valores que me inculcó, porque de ellos he podido cimentar parte de la deontología profesional que hoy me define.


ResumenEl presente estudio, de formalización hermenéutica, aunque incardinada al hallazgo de la exégesis primigenia del poema, trata de dar cuenta del desarrollo  de los motivos de la “inventio” en y a lo largo de la “dispositio”. Para llevar a cabo tal propósito se ha acotado la macroestructura, y se ha procedido a delimitar los temas que de ella se derivan. La finalidad de todos estos procedimiento de abordaje textual no es otra que la de  poder interpretar su posterior tratamiento en la confección del hecho poemático. El estudio consta de tres partes: una introducción, el análisis propiamente dicho y un apartado de conclusiones.
Abstract: The current research, considered from the hermeneutic perspective linked to the original exegesis of the poem, describes the development of the purpose of the inventio throughout the dispositio. In order to carry out such purpose the macrostructure has been limited as well as the topics derived from it. The aim interpreting all these close- reading procedures is no other than interpreting its subsequent development while elaborating the poem itself. The research consists of three parts: an introduction, the analysis and a conclusion.
Palabras clave: análisis, don de la ebriedad, Claudio Rodríguez, poesía española, estudio.
Key Words: analysis, Don de la ebriedad, Claudio Rodríguez, Spanish Poetry, research.



DON DE LA EBRIEDAD
Siempre la claridad viene del cielo;     1
es un don: no se halla entre las cosas
sino muy por encima, y las ocupa   3
haciendo de ello vida y labor propias.
Así amanece el día; así la noche
cierra el gran aposento de sus sombras.  6


Y esto es un don. ¿Quién hace menos creados    7
cada vez a los seres? ¿Qué alta bóveda
los contiene en su amor? ¡Si ya nos llega 9
y es pronto aún, ya llega a la redonda
a la manera de los vuelos tuyos     11
y se cierne, y se aleja y, aún remota,
nada hay tan claro como sus impulsos! 13



Oh, claridad sedienta de una forma,     14
de una materia para deslumbrarla
quemándose a sí misma al cumplir su obra.    16
Como yo, como todo lo que espera.
Si tú la luz te la has llevado toda,     18
¿cómo voy a esperar nada del alba?



Y, sin embargo —esto es un don—, mi boca    20
espera, y mi alma espera, y tú me esperas,
ebria persecución, claridad sola        22
mortal como el abrazo de las hoces,    23
pero abrazo hasta el fin que nunca afloja.[I]


0-. Introducción al estudio. Los motivos de la “inventio”.
            Claudio Rodríguez, en este poema perteneciente a su obra  el Don de la ebriedad, plantea el problema del hacedor artístico que pugna y reclama por su inspiración, que no llega, que es deseada, pero que, a pesar de lo reseñado, está, en este proceso angustioso y reconciliador, formalizando y creando esta criatura poética en las claves de una cultura determinada.
En torno al desarrollo de esta idea o topoi—como veremos de manera pormenorizada más adelante—,  el yo poético expone otras serie de problemas afines: en primer lugar, las palabras que descienden del cielo, al igual que ocurre en la filosofía platónica, donde el alma alada busca un cuerpo en el que albergarse, para dotar —en conjunción de una forma— de ser a una realidad, es decir, el lenguaje se ha convertido en la memoria del ser, porque el ser, hacedor poético en este caso, transforma su experiencia vital  en creación literaria; en segundo lugar, con clara raigambre mística, en esa noche, la noche de las experiencias vitales, el yo poético ve la luz mediante un doble proceso de subjetividad, esto es, el bardo cantor es un ser, cuya vida se desenvuelve en un cementerio de palabras, donde va aprehendiendo una serie de contenidos de unas experiencias vitales, pero matizados por su sensibilidad, circunstancias personales, lecturas..., que verán la luz a través de la transformación mediante un sistema lógico, el lenguaje, al que, finalmente, el lector -un día que no será ni pronto ni tarde- lo interpreta a la luz de su personalidad.
            Para materializar todo el fenómeno reseñado anteriormente, el yo poético se vale de varios recursos, por ejemplo: el poema se construye y erige como un gran diálogo con la tradición occidental (filosofía platónica) y la tradición literaria (mística), pero no sólo eso, sino que, también, la formalización del poema en romance heroico dialoga, además de con las convenciones propias que impone la “literariedad”, con los poemas que cantaban las hazañas de héroes de antaño, pero ¿es que acaso no es una hazaña la creación del poema en sí mismo? De hecho es tan fuerte la trabazón que hay en cada uno de los versos que mediante dos elementos antitéticos: “SIEMPRE la claridad viene del cielo” (Rodríguez García, verso 1) y “pero abrazo hasta el fin que nunca afloja” (Rodríguez García, verso 24 y último) que se plantea el tiempo como un infinito, es decir, el crear desde siempre y hasta siempre ha sido así: un paréntesis en la eternidad. Por otro lado, las palabras, como llovidas del cielo o caídas en paracaídas —versión vanguardista de la imaginería platónica en Huidobro— encuentran una forma y, por tanto, dan lugar a la creación.
1-. Análisis de la “dispositio” a través de la “inventio”.
            De este modo, atendiendo estrictamente a los patrones de la “dispositio”, entiendo que el primer núcleo temático, que consiste en el desarrollo de la síntesis que contiene el primer verso, iría hasta “cierra el gran aposento de sus sombras” (Rodríguez García, verso 6) inclusive. El yo poético, en esta estructura, describe -al mismo tiempo que descubre al lector- cómo es esa noche en la que se intenta crear y cómo, de igual modo,  las palabras, como le ocurría al alma en la filosofía platónica, vienen del cielo, del mundo de las ideas a hacer finalmente simbiosis con un cuerpo, con una forma y formar así un ser desterrando la oscuridad.




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